sábado, 1 de septiembre de 2007

¿A dónde se va la caca?

Tiene que salir,
aunque me tenga que quedar aquí a vivir,
aunque me digan que no tengo porvenir,
en este intento me la juego,
de aquí yo no me muevo,
pero esto va a salir.


Rola de mi adorada Liliana Felipe,
muy ad hoc.


Llevo una semana estreñido y no hay poder en esta tierra, o sobre ella en los altos cielos de los ángeles, o debajo de ésta en las fauces ardientes del infierno, que pueda acabar con mi aflicción.

Simplemente un día, de la noche a la mañana, dejé de hacerle esa diaria y aliviante visita al excusado, a esa la gloria de trono al que el rey va solo, como si mis intestinos hubieran decidido ponerse en huelga y dejar de trabajar así nomás, sin avisar ni dar explicaciones ni entregar pliego petitorio de sus demandas laborales ni cosas similares.

El primer día pensé que era normal; que seguramente no había bebido suficiente agua y que al día siguiente, después de ponerme al corriente en la mañana, todo volvería a la rutinaria normalidad de la caca puntual de las seis de la tarde. Oh, iluso de mí. Pasaron los días segundo y tercero y nada de nada y con la ausencia de mierda crecía mi angustia, y con el paso de los días, me duele más la cabeza, expelo por los poros un pegajoso sudor frío, me duelen las articulaciones como viejita reumática y tengo esos espantosos sueños reiterativos y sin sentido que le dan a uno como cuando tiene fiebre de cuarenta grados. Me muero de miedo.

Ya voy por el día quinto, casi sexto de mi nostalgia y ya me bebí innumerables litros de licuados de papaya y jarras enteras de agua de tamarindo, al menos me he comido unas cincuenta barras de fibra, me cené todas estas noches de sufrimiento ese cereal que sabe a caja de cartón y que promete milagros en el empaque, me he bebido sendas cucharadas de linaza, de aceite de oliva, de extracto de ciruela, de té milagroso de las yerberas, de ese que bautizaron con el aterrador nombre de “escoba intestinal”, y la caca sigue sin dar las más mínimas señales de vida. Sólo espero que entre tantos remedios, alguien me recomiende a qué santo debo voltear de cabeza.

Lo más misterioso del caso es que no tengo el estómago inflamado, como lo indicaría la lógica, pues en algún lado se debe almacenar todo el resultado digestivo, el proceso final de la comida que no he dejado de tragar, porque eso sí, hambre no me ha faltado. ¿Dónde están los restos de las manzanas rellenas del lunes, lo que quedó de la chapata vegetariana del martes, el desperdicio de la ensalada con pechuga de pollo del miércoles, el resto el sushi del jueves, las inútiles colillas de las enchiladas del viernes y sobre todo, dónde quedó el frijol con puerco de hace rato? ¿A dónde se va la caca? ¿La tengo en alguna parte de mi cuerpo guardada, como trigo en granero o río en presa? ¿Se ha absorbido en la forma de veneno letal que corre por mis venas y espera el momento justo de acabar conmigo? ¿Mi cuerpo usando mi propia inmundicia ha planeado matarme así de manera tan vil, tan infame, tan traidora, tan artera y tan a mansalva? O simplemente la mierda ha desaparecido, como si se la hubieran devorado ejércitos de moscas y escarabajos dentro de mí sin que yo me diera cuenta, en operación hormiga.

Mi novio, que se cree con el derecho dar explicaciones metafísicas a las cosas de este mundo nada más porque él es la encarnación de la belleza y la ternura (como el Tadzio de Mann), ha elaborado dos hipótesis: 1. que si no cago es porque me resisto a dejar ir algo en mi vida, como si el estreñimiento fuera metáfora de el apego y la aprensión; y 2. que el cagar es un asunto de decisión y que si fuera a sentarme al baño en esa ahora tan indiferente taza de porcelana, con la firme convicción de cagar, lograría liberar mi tan constipado colon de una buena vez por todas. Es increíble cómo el simple hecho de defecar, puede convertirse en motivo de superación personal.

En fin, en cuanto termine de teclear estas letras de desesperación, voy a tragarme todos los laxantes que encuentre en el botiquín de mi casa en espera de que, tras un agitado sueño (como el de Gregorio Samsa), mañana por la mañana se haga el milagro y se le ponga fin al dolor de mi existencia.

Como dice la canción: “el mundo se divide entre los que obran bien, y los que obran mal”.

26 comentarios:

Amla Led Senoiculover dijo...

LA CACA APEZTA!... pero...

te tengo un pequeño regalo que quisiera compartirte por messenger, asi que cuando te conoectes y me veas exigeme este regalo tan mierda que te tengo :)

vanto y vanchi dijo...

excelso.

no sé si reirme o ponerme a llorar. el texto me ha fascinado y me ha conmovido tu sufrimiento.
y es verdad, mientras leía tu texto me imaginé de las tantas miles de cosas que defecamos y de las otras que nos quedamos, que apestan, claro está, ah pero allí se quedan. la caca, la mierda, la vida, todo puede ser lo mismo.

avísame cuando ya hayas podido defecar o cuando te enteres del destino misterioso de esa caca angustiante.

p.d. con permiso, voy al baño.

besos!

Morgana dijo...

uyyyyyyyyy, amigo lindo, que feo es no ir a cagar como usualmente lo hacemos, pero que raro que no estes inflamado....mmmmm, pero espera cuando salga ijoles, saldra tab duro que espero que eso no duela...ya me ha pasasdo....suerte y nos vemos pronto, la receta de la abuela no la se, si, no creeme que te la daria...

besos

RED SHOES GIRL dijo...

es una situacion que nos ha pasado a todos jaja, visitame

Cobayo dijo...

Yo me prefilo más a lo que dice su novio. El cuerpo no es más que una gran metáfora. ¿Qué atesota tanto que no quiere dejar ir? no en balde pasamos por la etapa anal, donde la mierda es un regalo que la niña o el niño decide o no dar a sus padres. ¿A quién le está privando de sus privilegios?

Un abrazo.

Cobayo dijo...

Yo me prefilo más a lo que dice su novio. El cuerpo no es más que una gran metáfora. ¿Qué atesota tanto que no quiere dejar ir? no en balde pasamos por la etapa anal, donde la mierda es un regalo que la niña o el niño decide o no dar a sus padres. ¿A quién le está privando de sus privilegios?

Un abrazo.

Aguila Diurna dijo...

Gran tema!

Fidel Castro confirma eso de que asi como vivimos ... morimos!
Destino apestoso! ¿Ya saben de sus cirugias intestinales?

Podemos revolcarnos en la mierda de nuestra conciencia...

Comer mierda, mascamos todos los dias una bronca nueva...

La mierda es parte de nosotros mismos hay que saberla soltar por que si seguimos conteniendo acabará con nosotros.

Ya te sientes mejor?
Un beso!

Él dijo...

El destino final de la mierda es una de las mil preguntas sin respuesta que tengo en la vida. Algunas veces ese destino lo he relacionado con un lugar obscuro donde solo hay tristeza, sufrimiento y alguna que otra vez una chispa de felicidad. Pues es a donde voy a dar cada vez que me dicen: Te me vas a la mierda!!!. Jejeje Saludos.

Juan Manuel Escamilla dijo...

Obra bien y llegarás al cielo- dijo un tipo sobre un montón enorme de mierda.

el juntacadáveres dijo...

yo no sé ni por qué leí esto... jajaja... y no pienso decir nada al respecto, bueno sí, cada quien su cola!!! jajaja...
que le aproveche pues...


lo del colectivo aquel lo preguntaba porque hace unos meses vi una convocatoria respecto al estatuto universitario y quería preguntar en que acabó eso...

FASTFOOD DOS MANOS dijo...

Espero que a dia de hoy (5 de sep.) hayas solucionado positivamente el problema. Es duro, muy duro, cuando la mierda se queda dentro, sea del cuerpo o del alma, y no quiere salir al exterior. Nos pudrimos, nos obstruimos, sea el ano o los sentimientos... Deseo por tu bien que ya lo hayas conseguido, -expulsarla, no pudrirte, por Dios-, y que en estos momentos estes feliz y vaciado. ¡¡¡Besos, guapo!!!

Anónimo dijo...

Bueno, Liliana no contempló a la gente de tu categoría. Sinceramente tenemos que modificarla porque si ni con la dieta moderada, ni con licuado de ciruela, ni con tamarindo ni con papaya y ni con mucho pinche salvado... pues el mundo se divide también entre "los que ni obran" mano y eso quizá es una cosa alegórica a que no te desprendes de lo desprendible y lo absorbes hasta llevarlo y convertirlo en un dolor reumático. Mantennos al tanto de tus cagadas :)

Ugo

La machincuepa dijo...

Saludame a Liliana, dile que si ya limpió su antrito porque una vez fui y no me dieron ganas de regresar: muy sucio para mi gusto.

Besos queridito.

Erranteazul dijo...

Ese es el problema: Has recurrido a todo pero menos a lo indicado. Ya lo dijo tu Tazio, pero volteá hacia el de Mann, y encontrarás el destapador que finalmente te lleve al descanso porque, ahhh...qué descanso¡¡¡

Espero k a estas alturas ya tu caca haya sido depositada en donde debió desde hace mucho.
Mmmm...tema interesante, ni duda cabe.
Cuídate.

Unknown dijo...

¿Y si te relajas?

Ambrosio Cajinas dijo...

¡Qué bonito es cagar!
Pero cagar con dulzura,
que cuando la caca es dura
todo se va en puro pujar

Morgana dijo...

hola,lindo!!!1 como estas yamejor?

saludos

Muegano. dijo...

Jajajajajaja! Maravilloso! Desde Liliana abriendo el texto, hasta la superación personal a través de conseguir con 'la fueraza del deseo' cagar... ;) Me ha encantado!

Darío Zetune dijo...

una vez vi una obra de teatro mediocre en un lugar mediocre (no te digo donde porque si te lo menciono me vas a golpear), y el autor hacía una especie de parodia donde la liberación espiritual pasaba y transcurría en un baño, sentado el tipo, tratando de hacer del baño, hasta que finalmente pudo.

Obró bien.

vanto y vanchi dijo...

Niño, ¿dónde andas? Mira que me tienes muy abandonado...aparte de que cada que te encuentro en línea te escurres cual producto escatológico por el excusado (que no se entienda de manera literal...).

Humm...

;p

Darío Zetune dijo...

sí sí, mañana viernes, en el Sommelier de insurgentes, pero aún no tengo la hora.

Espero mañana puedas contactarme: srmj79@hotmail.com

Abrax

Unknown dijo...

Oh cielos! Qué difícil situación! No será parte de los males que aquejan a la generación Maruchan? O tú eres post-microwave? No sé, no sé...mi carnal está igual, pero puja y puja y sí sale :) ...pero creo que tú pujas y pujas y NO sale :( ...ya probaste un enema?

Juan Manuel Escamilla dijo...

Signore, ojalá ya esté todo en su sitio, en su "lugar natural" que diría Aristóteles. Y hoy nos encontraremos para el symposium, en la Facultad de Filosofía de la UNAM. A eso de las dos de la tarde. Llámame si alcanzas a leer esto, para ponernos de acuerdo. 04455 3036 9005. Y pasa a mi bló, que te dejé una tareílla.

homar dijo...

tu novio tiene razón (ellos siempre la tienen, ahi mi pinche y simple teoria de porque se les quiere tanto)Creo que harias bien en meditar y hacer recuento de tu actuar, una Mea-culpa, después cuelgate de un arbol como una parturienta, y espera que el arrepentimiento suelte sus poderes y haga magia en tu intestino. Los antiguos sabios hacian el simil entre cagar (vida liberada y etérea) y el estreñimiento (vida obscura y de pesadez)Ellos tampoco se equivocan: Cagar es liberarse cotidianemente y en privado(panta rhei)como cuando se escriben pequeños versos a mitad de la noche. Si de plano nada de la filosofía y la meditación te sirve, vaya usted donde un doctor y sirvase de nuestra sabia ciencia moderna, de cualquier forma no creo que tengas tantos pecadillos, y si si ¡que importa!... por ahora te dejo un gran pero gran abrazo y hartos besos, para que veas que si visito su blog y estoy pendiente de lo que escribes. Nos vemos raulote !!

Pável dijo...

No me conduelo de ti. No me conduelo porque sí tienes novio y me lo ocultas. Tal vez cuando dejes de mentirle a tu más fiel enamorado, tu organismo dejará de conspirar contra sí mismo.

Champy dijo...

Esto es chingon.

Tu estreñimiento es problema de conciencia.

Y contra eso nada se puede hacer.

Buscar un poco de evasión si acaso.

Lo peor es que te faltan 5 añotes.