viernes, 7 de diciembre de 2007

Fragmentos dispersos de un viejo diario (2)

Septiembre de 2006: Ayer que te ví tan enferma y tan inútil y tan dependiente de nuestra buena voluntad para darte de comer, cambiarte el pañal o limpiarte la baba de la boca para no dejar que te ahogues, debo confesar que me dio risa. Todos te lo esconden, pero yo voy a decírtelo: te estás muriendo, al fin te estás muriendo.

Tú, la que se levantaba diario a las cinco de la mañana para barrer las hojas que el rocío del alba había desperdigado en tu inmaculado jardín de jacarandas en verano y de nochebuenas en invierno; tú, la que con igual violencia azotabas con tu varita de fresno al perro o a los niños cuando no comíamos lo que nos servías; tú, la que no-sé-por-qué perversidades escondías gustosa los regalos de navidad bajo el árbol y no nos los dejabas abrir hasta después de cenar ya bien entrada la noche; tú, la madre de las amarguras, te estás muriendo.

Tú, la de la ronca voz de mando, la de los manazos contra mis palmas, la del aliento de humo de cigarro, la déspota de la limpieza y el sempiterno olor a pino, la enfermera que toda rodilla o codo raspado sanaba con el ardor del jugo de limón agrio, la del paliacate deslavado en la cabeza, la de los pantalones grises de mezclilla; tú, la gran dictadora, te estás muriendo.

Ya no eres nada. Y la gente cuyos destinos coronoaste de cardos durante años y años está siendo muy noble contigo. En honor a la justicia, deberíamos dejarte abandonada en un sillón del sótano de la casa grande y no volver por tí hasta que no seas más que huesos blanqueados y moscas gordas. Sí, vieja bruja con escoba de varas, te estás muriendo.

Mi madre que tuvo que vestirse de novia sola porque tú no quisiste acompañarla el día de su boda, es hoy quien te lleva al baño y te limpia el coño viejo para no dejar que se te inunde de infecciones. Mi padre a quien tú envenenaste con los ojos desde antes de conocerlo es hoy quien empuja tu silla de ruedas al jardín mientras lucha consigo mismo para no dejarte rodar hasta la alberca. Mis hermanos que siempre fueron para tí menos importantes que los corucos de los canarios que crías son los que te llevan la comida a la boca porque ya no eres capaz ni de sostener una de tus preciadas cuicharitas de plata que nunca nos dejabas tocar. Yo, que no sé porqué no conservas ninguna fotografía mía en tus portarretratos, me siento a escuchar tus maldiciones a regañadientes, tus balbuceos seniles, tus recuerdos de mierda mientras pienso lo feliz que haría a todo el mundo si decididamente te inyectara una jeriga llena de aire por la vena. Y mi pobre abuelo que cometió un único error en su vida al sacarte a bailar ese tarde de abril de 1942, al que heriste lentamente hasta la fatalidad durante sesenta años con la tizana de tu frigidez, ya no duerme por la angustia de ver que te mueres sin morirte en la cama de al lado. Gozas el haber acabado con él y con todos nosotros, lo sé.

Pero todo eso ya no importa, porque tarde o temprano, por más que te resistas, por más que te propongas hacer nuestras vidas insufribles hasta el último momento, morirás. Al final, aunque no quieras, estarás muerta. Un día amanecerás tiesa y fría. Y cuando ese día finalmente llegue, casi sin decir palabras mandaremos por el médico forense y luego por los agentes de la funeraria. Esa misma noche nos vestiremos de luto y te velaremos muy calladitos al tiempo que nos beberemos un café caliente casi sin mirarte. A la mañana siguiente te incinerarán y las cenizas que queden de tí serán guardadas en una urna dorada y se dirá una misa por el descanso de tu alma, si es que dentro del cuerpo tenías tal cosa.

¿Y después? Después no volveremos a hablar nunca más de tí. Nadie te pensará luego de ese día y poco a poco tu voz y tu rostro y tu nombre se irán borrando de nuestros recuerdos. Continuaremos nuestra vida como si nunca hubieses existido. Te olvidaremos.

Te olvidaremos.

Te olvidaremos.

¿Le tienes miedo a la muerte? No llores, vieja ridícula.

13 comentarios:

Muegano. dijo...

Tiene forzosamente que haber algo sumamente grave para escribir algo así de una abuela moribunda. Lo que de ella se alcanza a traslucir en las líneas no es más que la punta de un iceberg supongo...
Fuertes, muy fuertes las líneas. No me cabría un sentimiento así, me haría sangrar por los poros...
Saludos!!

vanto y vanchi dijo...

...y sin embargo, se aprecia el amor y la simpatía, ¿o será acaso la costumbre?

Y la mía que se fue hace poco más de un mes.

Dídac Muciño dijo...

uuuy, muuy fuerte, muy fuerte, este escrito, pero es ciertamente, un cruda realidad, de un nieto, que tuvo que soportar, todo el veneno de su abuela, pero al parecer, el veneno lo hizo mas fuerte..

Estoy totalmente en desacuerdo, con esta farsa del, estupido refran, que dice "Llerba mala nunca muere", pero nada es para siempre, todo se paga en esta vida, y si no... la que sigue, y sigue..

P,D:Si, me gusto el escrito, empezandolo,a leer, me dio mucha trizteza, peor tambien me dio un gusto, enorme.. acaso sere masoquista?.. jajajaja..yo creo que, es mejor, seguir caminando, que estar sentado y chillando, no mas ago polvo, estando asi.. jejeje

Gracias por el cuento

Saludos!!

Él dijo...

Es a tu abuela a quién escribes y describes?

Esa descripción bien podría definir a la indiferencia...


Es una muy definición del mundo actual, -a mi parecer. Y creo que todos tenemos algo de esa mujer que no vistió a su hija y no guarda fotografías de uno de sus nietos...

Así pues deberiamos abandonarnos...

...y tal vez, solo tal vez, sea en el abandono donde encontremos compañia.




Un saludo.

Anónimo dijo...

uy! ke intenso! realmente fuerte- no me imagino tener ese sentimiento dentro de mi- en fin!

el sabado estuvo genial! no krees? no habia señal :( me hubiera enkantado verte

abrazos

FASTFOOD DOS MANOS dijo...

Duras palabras, pero seguro que son totalmente justificadas.
Besos y abrazos.

BESSIE CERÓN dijo...

hum...ERES MALO NUMERO NUEVE!

Morgana dijo...

jajajaja, hay, al principio me dio risa, pero pos no todas las bauelas fueron chidas,


besotess

y ya ando aqui renonueva

Dídac Muciño dijo...

:), hola

Si yo soy el modelo, de las fotos y el fotografo.. hoho..

Bien egocentrico soy.. no lo crees?

Saludos Buen jueves!!

Champy dijo...

Mmmmmmmmmmmhhhhhhhhhhh..........

Injectale lo que quieras pero ya.

Se lo merece.

Si es la causante de tales sentimientos?

Que pague.

Mortajazario dijo...

Me gusta este placer de espiar y escudriñar los deseos ...

Gerardo Mendes dijo...

vaya no soy el único que extirpa rescoldos de resentimiento, no es solo una queja es una denuncia que se ha acumulado que forma dos variantes o sale o comienza podrirse dentro, te abrazo vos también eres un saltimbanqui

Anónimo dijo...

“Lo sabía / Que lo nuestro no era eterno / Lo sabía / Sólo he sido el intermedio / Y lo sabía / Amor de temporada / Nada más / Lo sabía / No te apenes, no fue engaño / Lo sabía / Yo fui el rato mientras ella aparecía / Paréntesis que ahora se cerró / Y fui un compás de espera / Nada más / Mientras alguien llegaba a tu vida / Yo sólo compartí tu soledad / No pude despertar tu piel dormida / Y fui un compás de espera / Nada más / Mientras alguien llegaba a tu vida / Yo sólo compartí tu soledad / No pude despertar tu piel dormida / Lo sabía / Y no ha sido una sorpresa, lo sabía / Ella ocupa mi lugar y me lastima / Termina lo que nunca comenzó / Y fui un compás de espera / Nada más / Mientras alguien llegaba a tu vida / Yo sólo compartí tu soledad / No pude despertar tu piel dormida / Y fui un compás de espera / Nada más / Yo sólo fui la pausa sin memoria / No te atreves a hablar con la verdad / El amor que te doy / Mi amor te estorbaba”