lunes, 6 de junio de 2011

Libertad posfechada

Ya no estaban locos,
como antes,
de tanto besar.
Los labios secos
a esta edad pedían:
¡Otra cosa, en otro lugar!

Váyanse, les digo,
Ustedes sin culpa
y yo sin rencor.
Allá hay otras copas doradas
y otras aguas para la sed.
Váyanse, pero váyanse ya.

Si no vuelan ahora
hechos todos alas
echaré cerrojo a la jaula
y no habrán más otra cosa o lugar
sino los que ven
que son todos los que hay.

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