martes, 3 de julio de 2007

Carta de Ugo Rincón a un tal Gerardo

La lengua mal intencionada a la que hice mención en el primer párrafo de la crónica De colores (o sea, acá abajito del blog) pidió su derecho a réplica y nada más democrático que concedérselo. Y quiso replicar con una carta dirigida a un tal Gerardo, presuntamente su amigo, que le escribió con motivo de la ocasión. Ugo Rincón (mejor conocido en el bajo mundo como Ugo sin H) es una de las pocas mentes de mi generación que me hace sentir orgulloso: crítico y brillante como él solo, disconforme de todo y adicto a la polémica de los argumentos, va por la vida desconfiando con agudeza de las certezas propias y ajenas. Para muestra basta un botón. ¡Con ustedes Ugo Rincón!



Gerardo,

La “marcha del orgullo gay” se ha quedado empantanada. Sus orígenes de protesta contra la discriminación y las violaciones a los derechos humanos más retrógradas están sustancialmente en el pasado. Hoy las manifestaciones están nutridas por un grueso sin conciencia sobre el “objetivo”.

La participación social se debe reconocer como un proceso de ejercicio de ciudadanía que nos acerca a la democracia y nos encamina al progreso, alejándonos de la ignorancia y otras chingaderas. Empero, cuando la sociedad civil sale a manifestarse en las calles se dice que ‘toma partido’; igual que cuando se expresa a favor o en contra de cualquier cosa. Esa participación es apenas un escalón en la construcción del ejercicio legítimo de los ciudadanos. Cuando la gente ‘toma parte’, se debe de entender como un nivel de conciencia más sustantivo; cuando utiliza su conciencia para discernir sobre cualquier cosa; toma partido y entonces encuentra una manera para involucrarse en su contexto de manera activa y concienzuda.

No basta tomar partido Gerardo, no basta que la gente diga: “eso es bonito o feo” y salga a la calle. Necesitamos ciudadanos capaces de involucrarse con su contexto y que tomen parte. Que no se queden con la satisfacción de haber salido a manifestarse en las calles; cuando su voz será callada por medios de comunicación controlados por la oligarquía.

La marcha hoy es un ejercicio catárquico, con un movimiento político de dudosa calidad y dudosos resultados. Mi cuestionamiento no es represor contra la Marcha Gerardo, es una crítica constructiva al desperdicio energético que tendrán los manifestantes. Es una crítica a que después de celebrar orgullosamente que nacieron y decidieron ser homosexuales, lesbianas, bisexuales o el estilo de vida (y sexual) que sea; se sientan satisfechos por haber tenido la oportunidad de manifestarse con “libertad” y no hagan nada más; no se involucren en los mecanismos más eficientes para generar políticas públicas que abatan la violencia ni tampoco en la generación de leyes que la controlen.

Cuando un movimiento político, como la manifestación legítima de las ideas y en este caso la Marcha Gay, no tiene la visión para enfrentar al sistema sin ser comprado por éste; merece mi respeto. Acuérdate de los hippies cuando Volkswagen les vendió los coches que eran “parte del movimiento contracultural”, cuando la industria textil les confeccionó la ropa, cuando sus hijos se volvieron yuppies. Acuérdate cuando el PAN se volvió populista y creó el Seguro Popular y ahora hay pensión para adultos mayores (convertida en ley por legisladores y cacareada por el ejecutivo). Acuérdate de la Marcha Gay que exigía respeto y políticas públicas de respeto a la integridad humana y hoy son carnavales dirigidos por empresas que en poco o nada se han comprometido a ejercer presión al sistema para lograr los cambios que requiere una sociedad tan jodida como la nuestra Gerardo.

No bloqueo a los manifestantes Gerardo, y mucho menos hago propaganda contra ellos. Te lo digo a ti, la Marcha Gay me parece basura.

Ugo Rincón

2 comentarios:

el juntacadáveres dijo...

ya le respondí a Ugo... cómo te hago llegar la respuesta¿?

Raúl Uribe dijo...

Gerardo, supongo, no es así ¿? Házmelo llegar a rauluribe@gmail.com y con mucho gusto lo publicamos. Es un tema interesante. Muchas gracias por participar. Saludos. Raúl Uribe.